Rafael Landivar y Caballero
1731-1793
Nació en la Ciudad de
Santiago de los Caballeros de Guatemala y murió exiliado en Bolonia, Italia el
27 de septiembre de 1793. Jesuita y
poeta, gran cultivador de la poesía épica. Descendiente de Bernal Díaz del
Castillo de padres nobles inicia su formación académica en el Colegio Mayor
Universitario de San Borja que al mismo tiempo era Seminario Jesuita. En 1744
se inscribe en la Real y Pontifica Universidad de San Carlos de Borromeo
confiriéndosele el grado de Bachiller en Filosofía a los dieciséis años continúa sus estudios de
Teología en Tepotzotlán, México ordenándose
sacerdote en 1755. A su regreso a
Guatemala se desempeña como rector del
Colegio San Borja, a los treinta y seis
años sale al exilio debido a la orden de expulsión de los jesuitas decretada
por Carlos III. Embarcándose a Italia (1767) estableciéndose en Bolonia en
donde trabaja como preceptor de los condes de Albergati. Sus restos son
repatriados a Guatemala en 1950.
Producción Literaria:
Aunque es escasa, su obra
más destacada es la Rusticatio Mexicana publicada en Modena en 1781 y
posteriormente en Bolonia y en Leipzing en 1782 3n su tercera edición. Obra que
ha motivado que algunos hayan llamado al autor el Virgilio americano. Escrita
en latín, lengua usada entonces por los humanistas, consta de quince cantos,
una advertencia y un saludo a la ciudad de Guatemala, es una lección de amor patrio por el dolor
del destierro. A la vez que canta emocionado las excelencias de las tierras
americanas, a sus bellezas y fecundidad, a la fauna y flora, y muy
especialmente al hombre trabajador, tenaz que doméstica, transforma y humaniza
el medio ambiente. Precursor de las ideas de libertad e independencia que
fructifican tiempo después.
La obra es la expresión del
exiliado como testimonio de su amor por las lejanas tierras de la patria amada.
De gran intensidad lírica, alterna con la poesía, descripciones geográficas con
las actividades agrícolas haciéndolas parecer un tratado de ecología. A través
de las narraciones es posible formarse la idea de cómo se desarrollan los
métodos y estrategias utilizadas en esa época para la siembra y el cultivo de
los principales productos que sostenían la economía colonial el nopal, la grana
de donde se producía el añil.
Sus cavilaciones sobre la
flora y la fauna son enormes retratos tropicales en donde el lector puede
deleitarse con la belleza de las aves y del territorio americano, que pueden
ser comparados con los del escritor Andrés Bello, en su Silva a la Agricultura.
José Mata Gavidia en su
obra: Landivar. El Poeta de Guatemala. Nos dice sobre el autor: “… En la
Rusticatio Mexicana canta con entrañable amor a la gente del campo, a los
indios, a los negros, a los colonos de las fincas, porque sabía que ellos, y
las plantas de los bosques y las fieras de las selvas eran lo más digno de ser
cantado en la campiña americana”. (pág. 14)
Este es otro aspecto bien
logrado de Landivar, el presentar una visión real del trabajador durante la
colonia despojado de todo romanticismo idealista. Lo cierto es que la
Rusticatio Mexicana parece más una monografía de Guatemala y México en donde el escritor
hace una especie de catálogo de lo que América puede ofrecerle a Europa,
como una idea de la Ilustración.
Entre las traducciones del
Salve, Cara Parens de Rafael Landivar, del libro de la Editorial “José Pineda
Ibarra” he tomado la de la página 71un breve fragmento que dice:
Salve Cara Parens, Dulcis
Guathimala, Salve (Traducción de Domingo Dieguez, anterior a 1836)
¡Salud, salud, oh dulce Guatemala
Origen y delicia de mi vida!
Deja, hermosa que traiga a la memoria
Las dotes, las ofrendas que convidas;
Tus fuentes agradables, tus mercados,
Tus templos, tus hogares y tu clima.
Ya me parece que tus altos montes
A lo lejos mi vista determina,
Y las praderas y campiñas verdes
Que eterna primavera fertiliza.
Cada rato me acercan las ideas
De los torrentes de aguas cristalinas,
Y sus playas techadas de sombríos,
Por donde las corrientes se deslizan:
Los retretes de adornos decorados;
Y los vergeles de las rosas chiprias.
¿Qué fuera, si yo el lujo recordase
De dorados damascos y cortinas,
Ya de sedas vistosas, ya de lanas
Con la tiria escarlata bien teñidos?
Información reunida por:
Margarita Carpio Alarcon
Referencias:
Diccionario de Literatura
Latinoamericana. América Central. Primer Tomo. Washington, D.C. 1963
Días Vasconcelos, Luis Antonio. Apuntes para
la Historia de la Literatura Guatemalteca.
Leal G. José Luis. Antología
de Escritores Guatemaltecos. Guatemala, C.A. 1980.
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