martes, 25 de octubre de 2016

María Cruz Arroyo

María Cruz Arroyo

12/05/1876 – 22/12/1915.


Nació el 12 de mayo de 1876, en la ciudad de Guatemala. Hija del Doctor Fernando Cruz, jurisconsulto, diplomático, poeta, hombre de letras y de doña María Arroyo de Cruz. Fue la mayor de tres hermanos: Matilde, Fernando y José. Su madre murió cuando ella tenía 11 años. Desde ese entonces se convirtió en la compañera inseparable de su padre.
Tres años después de la muerte de su madre, María viajó junto a su familia a Washington, y en 1890 a Europa.
Los Cruz Arroyo pertenecían a una burguesía emergente que se consolidó con las reformas liberales de 1871 y que mejoró su posición gracias al cultivo del café. El trabajo de su padre, un abogado y diplomático de carrera, le permitió conocer y estudiar en Francia, España, Gran Bretaña, Italia y Bélgica.
La primogénita de los Cruz Arroyo hablaba francés, inglés, alemán, italiano, interpretaba el arpa. Además, pintaba y bordaba.
Desde muy niña, María supo lo que es el dolor de la orfandad; su madre murió en 1887 cuando ella solo tenía once años, esto fue de gran trascendencia en su vida, ya que desde entonces fue la compañera, confidente y amiga de su padre, quien no volvió a casarse sino que se consagró en la educación de sus hijos, siendo así un amante y cariñoso padre.
En 1889 la familia de Fernando Cruz esta en Washington y de allí salen para Europa el 4 de enero de 1890, a donde Fernando va a representar a Guatemala ante Francia y las cortes de España, Gran Bretaña, Italia y Bélgica. María y sus hermanos tuvieron una educación completamente europea, pero jamás olvidaron la lengua materna, la que hablaban a la perfección. Ella. Además del español, sabía francés (lo conocía como su propia lengua), el inglés, el alemán y el italiano; tocaba muy bien el arpa, pintaba y bordaba, es decir que tuvo una educación completa y esmerada.
En las fotografías se le puede con exceso de atavíos, aunque con sencillez, durante doce años compartió la vida suntuosa de su padre en los salones de la Legación de Guatemala en París a donde acudían diplomáticos, amigos y hombres de letras y allí encontramos entre sus mejores amigos a loa poetas José Joaquín Palma, autor del Himno Nacional de Guatemala y a Domingo estrada.
María tuvo una vida social e intelectual intensa, gozó de comodidades, viajes, amistades y sin embargo la acompaña el tedio, la inconformidad, la insatisfacción que siempre se traslucen en sus versos. Quizá tuvo alguna decepción amorosa.
“Su rebelde pensamiento” y “la tormenta que ruge en el fondo de su alma” la impulsan a buscar algo que satisfaga a su espíritu. ¿Cuánto habrá sufrido para exclamar:
×Mi sendero me parece más difícil y repito
Con mayor desesperanza el estéril ¿para qué?Ø

Y más cuando exclama:

×Agoniza mi espíritu enclavado
Sobre la cruz del Tedio     (1905)Ø.

Intuye alguna esperanza futura cuando escribe:

×Y aguardando sigo inquieta, a la fuerza resignada
Que la muerte al fin me venga a dormir o despertarØ.

En 1902 muere Fernando cruz en París, y en 1904 los cuatro hermanos Cruz Arroyo vienen a Guatemala. El espíritu de la época no pudo o no quiso comprender a María y ella añora la vieja y querida Europa, a la que dejo con el corazón lleno de tristeza:
×Golondrina alirrota alcé mi vuelo
Creyendo que mi carga de dolores
Quedaba atrás en el extraño suelo
Do quedaban también tiempos mejoresØ.

Aquella peregrina eterna que finalmente volvió a su casa era María Cruz Arroyo, de quien José Joaquín Palma dijo después de publicarse sus primeros versos: “Creo que la poetisa que Centroamérica esperaba ha llegado”.
Después de la muerte de su padre, María se dedicó a viajar. De esta época data el poema Al partir, que refleja el inmenso vacío que experimentaba.
“El navío vagabundo entrará quizás al puerto;
partió en la mar perdido quedas ¡Ay! corazón muerto”.

Viaje a la India

Durante 10 años, de 1902 a 1912, María viaja, escribe versos, vuelve a encontrar a su familia de Guatemala y a sus amigos, pero la fuerza que la empuja la hace tomar la decisión de partir a la India, allá va en contra del deseo y consejo de familiares y amigos. Durante estos años María “cavila, duda, cree y vacila, en loco empeño el misterio tenebroso intentando elucidar” y en 1912 irá en busca de la solución de lo que tantos años la ha atormentado.
La decisión de María por viajar no respondió a un plan económico, científico o político, sino a una búsqueda existencial. “El relato de viajes comprendido como la fusión dinámica de un registro privado con uno de carácter público, dejará de ser mera inscripción de la aventura personal, íntima, para convertirse en una forma discursiva de la que se valieron las mujeres para discutir temas de gran relevancia y contenido político”, agrega Ortiz Wallner.

En 1912 realizó un periplo que marcó su vida y también su estilo literario. Su libro Cartas de la India describe su paso por Bombay, Madrás, Benarés, Jaipur y el Valle de Cachemira. Originalmente no se trataba de un libro, sino de una colección de 13 cartas en francés escritas entre noviembre de 1912 y noviembre de 1913, dirigidas a una amiga identificada solo por las iníciales MH, quien residía en París. Esta colega decidió publicarlas al enterarse de su muerte con el título Lettres del’ Inde.
Esta es la vida espiritual que yo soñaba, sin mortificaciones, ni penitencias, sin celda, ni sayal, sin votos, sin claustro, sentiré muchísimo irme de Adyar. Es un lugar único”, escribió María a su amiga MH, en una de sus cartas.
En sus cartas, escritas para sus amigas, no hay estilo literario rebuscado, cuenta sencillamente sus impresiones sobre lo que visita y aprende en la india.

"Durante un año completo María Cruz escribió cartas a una amiga que identificaba como M.H. Su verdadera identidad era la periodista Hortense Marie Heliard y que usó el seudónimo Marc Hélys. Algunos autores se aventuran a afirmar que entre ellas hubo una relación sentimental. Fue ella, quien tras la muerte sorpresiva de la escritora, publicó todas esas misivas con el nombre de Lettres de l’Inde o Cartas de la India."

Describió una escena de la India así: “A través del humo de las hogueras alcancé a ver a un hombre con un bastón que parecía que atizaba el fuego o quebraba los huesos recalcitrantes. Se oía el crepitar y chisporrotear de la carne; era algo horrible. Distinguí una rótula cerca de un esqueleto calcinado, y aparté la mirada para siempre. Al lado, la gente se bañaba, dormía o comía. Desde los techos y cúpulas de templos muy antiguos y medio en ruinas que parecían islas, lanzaban flores al río y rezaban antes de meterse en el agua…”.
Su cuerpo frágil no soporta las inclemencias del clima asiático, ni los rigores de sus viajes y vuelve a Francia en 1914, la salud quebrantada pero feliz y fortalecido el espíritu. Ya encontró en la lejana y misteriosa india, lo que tanto anheló.

El final

La guerra europea estalla en agosto de 1914 y María ya no pudo disfrutar de su vida en París que tanto gustó, ni volver a Guatemala para quien considera que tiene obligaciones.

Se dedicó a ayudar a los soldados inválidos, a los huérfanos y a las viudas, en esta faena la sorprendió la muerte en París el 22 de diciembre de 1915 y sus restos descansaron en el Cementerio de Passy al lado de su padre Fernando Cruz y del poeta Domingo Estrada, hasta el 21 de septiembre de 1960 en que los tres cadáveres fueron exhumados para emprender su último viaje a Guatemala. 
Filosofía y corriente literaria
Se encontraba sumamente apasionada por el romanticismo, de hecho al leer los poemas de la primera etapa de su carrera, se puede notar claramente el influjo que esta corriente literaria imprimió sobre sus letras. Posteriormente, se vio tentada por el modernismo y ya en la etapa madura de su obra se distingue su cercanía con esta corriente
Importancias de su obra    
En primer lugar, en su poesía aparece la reflexión sobre la vida y la muerte, que es el punto de partida de los existencialistas, estos se preguntan por el sentido de la existencia y el propósito de sus vidas. Así, de igual manera, muchos poemas de María Cruz introducen esos interrogantes en sus primeras líneas:
Angustiada me pregunto ¿Es la vida sólo un sueño? / y aguardando sigo inquieta, / a la fuerza resignada / que la muerte al fin me venga /a dormir o despertar. (Al partir)
A partir de estas ideas puede descubrirse su visión sobre la vida, como un tormento y sufrimiento para el espíritu inquieto, necesitado de respuestas y certezas. Incluso, empieza a anhelar la muerte (de igual manera que los modernistas y románticos) como única vía de escape ante esta angustia: Al ritmo fatídico rosario / con el recuerdo torcedor por guía / mi corazón, que en el mundo no desvía / la dolorosa vía. / Para mí será sobre la tierra / cada día luctuoso aniversario / por eso, sin temor al desengaño / mi alma tenaz, brumada de pesares / quiere llegar indómita y serena / al término fatal de su camino. (En horas de tristeza).
La reflexión sobre la existencia de otra vida o del destino humano es motivo de angustia y desesperación para la poeta. Son estos temas propios de la filosofía de la época, que afirman la completa libertad del hombre en el mundo, dejándolo así a la deriva de la acción moral y la decisión. El problema de la libertad del hombre (entendida como independencia de un principio superior que rige su conducta y actividad moral) produce angustia, que se refleja en su estado de ánimo desilusionado y desengañado por la vida: Por qué implorar el aislamiento / ruge la tormenta en el fondo de mi alma / A la luz de las estrellas / faz a faz y con desesperanza repito, / ¿para qué?/ Mi corazón es roca solitaria y perdida en alta mar / tumultuosas oleadas de recuerdos / la azotan sin cesar. (En horas de tristeza).

Es la actitud de desencanto típica de los existencialistas. Si el hombre no logra entender su propósito en la vida, no tiene ninguna certeza existencial y está destinado a “ser libre”, o sea, a no asirse a una fuerza superior y ética; entonces, desespera y lo manifiesta como un hastío por la vida. María Cruz ejecuta esta idea en el poema Crucifixión, al comparar su agotamiento espiritual con la muerte en cruz: El terror de la muerte, el desaliento y la ilusión fallida / hasta del mismo Dios abandonado / y hasta sin fe para esperar remedio /agoniza mi espíritu enclavado / sobre la cruz del tedio.
A partir de estos poemas puede verse cómo el tema de la angustia cohesiona y unifica muchos de sus versos, y la convierte en una de las pocas poetas de Guatemala que trabajan desde la visión existencialista.
La poesía y la prosa de María son importantes porque forma parte del grupo emergente de mujeres intelectuales y escritoras de finales del siglo XIX y principio del XX, según el ensayo de Alexandra Ortiz Wallner, que aparece en Mujeres en el bicentenario. Aportes femeninos en la creación de la República de Guatemala.
Hoy en día es considerada como una de las poetisas más relevantes de Guatemala, siendo de las únicas mujeres que no sólo cultivaron las letras sino que fueron capaces de mostrarla al mundo, y nada menos que al mundo parisino de finales del siglo XIX tan pendiente de la poesía y ligado a las ideas modernas hasta conseguir ser llamada “la modesta violeta de nuestros jardines poéticos”, por el escritor guatemalteco Ramón A. Salazar.
Algunas de sus obras fueron "Cenizas de Italia", "En horas de tristeza" y "Nocturno". Cabe mencionar que también tradujo a importantes poetas, siendo su trabajo más destacado la traducción de la obra de Charles Baudelaire.

Poemas
Fecha en la que escribe.
Selénica                                
Al partir
En horas de tristeza
¿Para qué?
A la Antigua
En la Antigua
Cenizas de Atalia
Crucifixión
Navegando
Bajando el Rin
El guante
Nocturno
La raquera
Descanso
Mis estatuas
El sollozo de Giuliana
El poeta y la musa
Epilogo  
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South Amplou, agosto de 1902.
Antigua Guatemala 1902.
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------sin dato-----
Antigua Guatemala diciembre 1902.
Pompeya, Italia, febrero de 1902 / Guatemala julio 1905.
Guatemala, octubre de 1905.
Marzo de 1906.
En el Rin, agosto de 1906.
París, Francia, Agosto de 1906.
En el Mar, diciembre de 1906.
Guatemala, octubre de 1907.
Guatemala, 1907.
Guatemala 1907.
Siena, Italia, mayo de 1909.
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------sin dato-----
Traducciones

Perfume exótico
De profundis clamavi
La cabellera
Ulaluma
“Le guigon” / la mala suerte
Guatemala, 1905.
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------sin dato-----
------sin dato-----
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La fecha exacta en algunos poemas no se describe debido a que se desconoce la autenticidad de la misma.
Se presentan algunas de las traducciones que están disponibles y de las cuales están vigentes para beneficio del lector.
En 1902, tras la muerte de su progenitor, los hermanos regresaron a Guatemala. Para ese entonces los poemas de María, a quien su padre le inculcó el amor por las letras, habían sido publicados en El Salvador, antes que en Guatemala.  Sus trabajos causaron gran admiración desde que se dieron a conocer en la revista (La Quincena de El Salvador) a principios del siglo XX.
Fueron famosas sus traducciones de los escritores franceses Musset, Baudelaire y Verlaine.
Información reunida por: Gendri


Referencias:
Poesía, María Cruz. Compilación, María Albertina Gálvez G. Editorial, Tipografía Nacional de Guatemala, 2da Edición, Año 2010.
María Cruz la escritora errante. Claudia Palma. Prensa Libre. Guatemala, Guatemala. Agosto 16, año 2015. http://www.prensalibre.com/maria-cruz-la-escritora-errante

2 comentarios:

  1. “LO FATAL”
    soneto.

    ¡y no saber adónde vamos,
    ni de dónde venimos!…
    Rubén Darío


    Soy el que cruza gleba sensitiva
    nómada lítico en profusa fauna
    de pródiga flora con clara duna
    que mi libertad mantiene cautiva.
    .
    Ya no siento los pasos de la luna,
    muchos soles que la vuelven furtiva
    por ingrato llanto de no ser viva…
    ya todo me parece seca bruna
    .
    Triste es desandar lo que caminamos
    es triste saber lo que un día fuimos
    y hoy en nuestro funeral poner ramos
    .
    No emergí limpio al pasar por sus limos:
    Dilapidé lo que todos amamos
    lo fatal fue no saber si vivimos
    .
    .
    Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
    “Hombre de Maíz”
    Guatemala, C.A.
    Sobrino nieto de MARÍA CRUZ ARROYO, hijo de Conchita Cruz-Lascano y Gálvez-Verdugo de Mérida

    Duna: Arenilla que se desplaza por la acción del viento,
    Launa: Arcilla, pasta homogénea e impermeable,
    Imos: Sedimento de erosión fluvial.

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  2. https://www.creatividadinternacional.com/profiles/blogs/i-concurso-internacional-de-trovas-ubt-omt-guatemala-2017


    MARIA CRUZ ARROYO
    Iº CONCURSO INTERNACIONAL DE TROVAS - UBT - OMT GUATEMALA - 2017

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