Rafael García Goyena
Abogado, poeta y escritor guatemalteco, Rafael
García Goyena, nació en Guayaquil el 31 de julio de 1766, hijo de los señores
José Ramón García Goyena y de la señora Baltazara Vera Valarezo.
Goyana es uno de los escritores más destacados a nivel nacional, el escritor guatemalteco desde muy temprana edad se traslado a vivir a la ciudad de Guatemala, en donde realizo los estudios correspondientes, mediante su esfuerzo obtuvo el titulo que lo acreditaba de Doctor en Derecho. No perdiendo la motivación continúo ejerciendo la carrera de leyes y se distinguió como un talentoso abogado guatemalteco.
Rafael García sobresale en las letras guatemaltecas, como uno de los escritores desarrollados en nuestro país, su trabajo por la realización de las fabulas, en donde se da a conocer una observación zagas del medio que vivía y su extenso conocimiento del alma humana, así como la vida de los animales, en los cuales sirve de disfraz para profundizar en el comportamiento humano.
En sus fábulas se puede observar, las nuevas
ideas en un lenguaje satírico y mordaz, sin ocultar las dificultades que
llevaría consigo la transición del régimen colonial al régimen de
independencia. Algunas de sus títulos son: Los muchachos, los sanates y el
loro, Los sanates y el burro, El zopilote con golilla, Nuevos sistemas de
gobierno en el reino animal y Los sanates en consejo.
Guatemala lo percibe como uno de sus mejores narradores guatemaltecos, por sus habilidades y sus entidades literarias que han marcado historia como fabulista e varias ediciones publicadas de su obra.
Guatemala lo percibe como uno de sus mejores narradores guatemaltecos, por sus habilidades y sus entidades literarias que han marcado historia como fabulista e varias ediciones publicadas de su obra.
Algo importante que debemos resaltar es que Goyena
se vio bastante influenciado por la ilustración, parte de esto lo vemos en la
gran mayoría de sus escritos, en los cuales el hombre es el papel central de
estos y esta es una característica de la era de las luces. Así mismo logramos
observar un interés por la zoología, lo cual se ve marcado en sus fábulas, al
utilizar animales en estas para que las representen.
En las Fábulas de García Goyena no siempre se
encontrará moraleja, algo que iría en
contra de una fábula tradicional.
A continuación les dejamos una de sus fábulas
El pavo real, el guarda y el loro
Un soberbio Pavo
Real,
de pluma tersa y dorada,
con brillantez adornada
se paseaba en un corral.
de pluma tersa y dorada,
con brillantez adornada
se paseaba en un corral.
El petulante animal
con aire de señorío
miraba el rico atavío
de su pluma: pero mudo,
aun en su elogio no pudo
decir: “este pico es mío”.
con aire de señorío
miraba el rico atavío
de su pluma: pero mudo,
aun en su elogio no pudo
decir: “este pico es mío”.
Mientras tanto tomó
asiento,
allí cerca, un pobre Guarda,
de estos de la pluma parda
que no tienen lucimiento:
allí cerca, un pobre Guarda,
de estos de la pluma parda
que no tienen lucimiento:
Pero con melifluo
acento
abre la dulce garganta,
y de tal manera canta,
con voz delicada y suave,
que aun el Pavón que no sabe
admiró dulzura tanta.
abre la dulce garganta,
y de tal manera canta,
con voz delicada y suave,
que aun el Pavón que no sabe
admiró dulzura tanta.
Necio entonces y
orgulloso,
al mismo tiempo que rico,
quiere imitarle, abre el pico,
y da un graznido espantoso.
al mismo tiempo que rico,
quiere imitarle, abre el pico,
y da un graznido espantoso.
Mi Loro que es
malicioso,
con una falsa risilla
dijo: “Bravo, qué bien brilla
con el resplandor del oro!
Mas no tiene lo canoro
de esa discreta avecilla”.
con una falsa risilla
dijo: “Bravo, qué bien brilla
con el resplandor del oro!
Mas no tiene lo canoro
de esa discreta avecilla”.
Dime, musa, si has
sabido
los misterios de los hados,
¿por qué están enemistados
lo rico con lo entendido?
Bajo un humilde vestido
vive el sabio en menosprecio,
mientras el soberbio necio,
lleno de oro y de arrogancia,
en medio de la ignorancia
merece el común aprecio.
los misterios de los hados,
¿por qué están enemistados
lo rico con lo entendido?
Bajo un humilde vestido
vive el sabio en menosprecio,
mientras el soberbio necio,
lleno de oro y de arrogancia,
en medio de la ignorancia
merece el común aprecio.
Información reunida por: Olga de Paz
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